Queremos  diferenciar  claramente  dos tipos de administración: la que se lleva tan solo por imperativo legal y para guardar las formas ante de los registros, y la hacienda pública, o si bien realmente se entiende como centro neurálgico de información de la empresa.

Si entendemos  lo segundo,   deberemos   disponer  de  los canales  y controles necesarios  para asegurarnos de que esa información llega donde  debe  y es la correcta.